El diputado popular Yuriy Boyko volvió a ser el centro de atención, lo que provocó una oleada de críticas tras su declaración sobre los "radicales" que, según él, cambian el nombre de las ciudades, derriban monumentos, prohíben hablar en su lengua materna e ir a la iglesia. Su posición causó indignación en el Centro de Lucha contra la Desinformación y en la Oficina del Presidente.
Yuriy Boyko, jefe del grupo parlamentario "Plataforma por la vida y la paz", en su mensaje de vídeo en TikTok comparó las acciones de los activistas ucranianos con los acontecimientos en Estados Unidos, cuando se derribaron los monumentos a Cristóbal Colón.
"Parece que nuestros radicales tomaron el mismo camino y comenzaron a demoler monumentos, cambiar el nombre de las ciudades, prohibir a la gente hablar su lengua materna, prohibirles ir a la iglesia a la que querían ir. Y hoy vemos que este movimiento continúa, que la violencia contra la gente continúa", afirmó Boyko.
Andriy Kovalenko, director del Centro de lucha contra la desinformación del NSDC, reaccionó enérgicamente a la declaración del diputado popular.
"Sería muy útil si un diputado del pueblo, si trabaja en interés de Ucrania, recordara públicamente la protección de nuestro Estado. Sin embargo, vemos algo más. Y esto, francamente, por decirlo suavemente, es exasperante", subrayó Kovalenko.
Andrii Yermak, jefe de la Oficina del Presidente, también comentó la declaración, sin dar nombres, pero aludiendo a Boyko.
"Algunos políticos olvidan que proteger a Ucrania y derrotar a Rusia, y no difundir narrativas rusas, es el objetivo clave ahora", señaló Yermak.
Yuriy Boyko es uno de los pocos representantes de la antigua OPZZH que continúa expresándose activamente sobre el tema de la lengua, la religión y la memoria histórica. Su declaración sobre la "violencia contra el pueblo" se hace eco de la retórica utilizada a menudo por la propaganda rusa, acusando a Ucrania de "opresión".
Al mismo tiempo, continúa en el país el proceso de descomunización y desrusificación, que cuenta con el apoyo de gran parte de la sociedad. Cambiar el nombre de calles, derribar monumentos soviéticos y prohibir las actividades del diputado de la UOC forman parte de este curso.
La retórica de Yuri Boyka coincide con las narrativas rusas diseñadas para dividir a la sociedad ucraniana. En un momento en que el país se enfrenta a la agresión rusa, tales declaraciones causan especial indignación.
En el contexto de la guerra, las cuestiones de la descomunización, la lengua y la iglesia adquieren una importancia no sólo histórica sino también estratégica. Y las declaraciones de los políticos que trabajan por la división requieren una reacción clara del Estado y de la sociedad.