Según un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), el redespliegue de tropas rusas en la región de Kursk tendrá un impacto significativo en la capacidad de Rusia para sostener operaciones ofensivas en el este de Ucrania. Los analistas estadounidenses creen que este debilitamiento de las capacidades ofensivas en otras zonas del frente puede afectar significativamente el curso de la guerra.
Actualmente Rusia tiene la iniciativa estratégica en todo el teatro de operaciones, lo que le permite determinar el lugar, el momento y la intensidad de las operaciones militares en Ucrania. Esta ventaja dio a las fuerzas rusas la oportunidad de determinar el ritmo de la ofensiva, implementando operaciones ofensivas sostenidas y a largo plazo, así como de evitar un clímax rápido.
Sin embargo, según ISW, las fuerzas rusas han utilizado activamente sus reservas estratégicas y operativas para apoyar operaciones ofensivas hasta el verano de 2024. Muchas de estas reservas participaron en operaciones ofensivas en el este y noreste de Ucrania en la primavera y el verano de 2024. Esto ha provocado un importante agotamiento de los recursos, lo que ya está afectando negativamente a la capacidad de Rusia para mantener una iniciativa ofensiva.
El traslado de tropas rusas a la región de Kursk aumentará la carga sobre las reservas operativas restantes. Esto podría afectar significativamente la capacidad de Rusia para mantener operaciones ofensivas consistentes en todos los frentes. Como resultado, Rusia probablemente se verá obligada a reducir su actividad en áreas menos prioritarias del frente.
Los expertos de ISW predicen que el mayor movimiento de fuerzas rusas hacia el noroeste y la mayor prioridad de apoyar las operaciones ofensivas en la región de Donetsk debilitarán la capacidad de Rusia para mantener la misma intensidad de acciones ofensivas en el noreste y este de Ucrania. Esto puede conducir a una disminución de la actividad ofensiva rusa en otras zonas del frente, lo que dará a las fuerzas ucranianas más oportunidades de contraatacar y estabilizar la situación en el este del país.
En general, la reducción de la actividad militar rusa en algunas zonas del frente puede ser consecuencia del agotamiento de los recursos y la transferencia de fuerzas a nuevas zonas. Esto crea las condiciones para posibles cambios en la situación militar en el este de Ucrania y puede abrir nuevas oportunidades para las fuerzas ucranianas en su lucha contra la agresión rusa.