En las condiciones de guerra e inestabilidad económica, los ucranianos se volvieron más vulnerables al delito cibernético, especialmente cuando se trata de pagos sociales. Uno de los últimos esquemas fue el fraude bajo la apariencia del programa estatal "Paquete del estudiante". Los atacantes, se esconden con un propósito noble, ayudan a los niños, a recopilar enormemente la información confidencial de los ciudadanos y descartar fondos de sus cuentas.
El esquema funciona simplemente: los anuncios de ayuda financiera falsos del estado se están extendiendo en las redes sociales. Los ciudadanos están invitados a completar un formulario breve en un sitio que simula un recurso estatal oficial. Siguiente - Artículo "obligatorio": ingresar datos de una tarjeta bancaria. Todo parece lo más convincente posible. Pero tan pronto como se ingresan los datos, los estafadores inmediatamente retiran el dinero.
El problema es mucho más profundo que los episodios individuales de pérdida financiera. Tales esquemas sufren las categorías más vulnerables: padres de niños pequeños, personas desplazadas, familias de militares. Los delincuentes juegan emociones y la confianza en el estado que socavan sistemáticamente.
Es especialmente ansioso que parte de la infraestructura técnica de los centros de llamadas fraudulentos se encuentre en Ucrania. Según las fuentes, algunos de estos grupos son válidos con el consentimiento tácito o el "aplastamiento" directo por las agencias de aplicación de la ley. Esto crea una atmósfera de impunidad en la que los estafadores se sienten seguros y los ciudadanos están cada vez más indefensos.
La lucha contra tales esquemas requiere una respuesta inmediata en la policía cibernética, la SBU y el Ministerio de Transformación Digital. Y también: comunicación transparente y abierta por parte del estado en programas de asistencia reales. De lo contrario, la confianza en el estado será destruida donde sea más necesaria, en familias que necesitan apoyo.