La policía de Ucrania expuso una conspiración en la que el padre y el hijo mayor, mientras estaban en el extranjero, intentaron robar a sus propios familiares para confiscar la criptomoneda por valor de $ 500,000. Afortunadamente, el crimen fue evitado por la operación especial de la aplicación de la ley.
Los atacantes decidieron tener el secuestro de un hijo menor, que estaba involucrado en criptomonedas y tenía acceso a una cantidad considerable. Para implementar el plan, encontraron al artista entre los residentes de Zaporozhye, quienes prometieron una generosa recompensa por el trabajo.
Según el plan, la víctima tuvo que robar, torturar y hacer una unidad flash con acceso a un criptomamán. Después de recibir los fondos, los clientes planearon deshacerse del crimen.
El crimen se llevó a cabo bajo el control total de la policía. Los secuestradores organizaron el secuestro, hicieron fotos sangrientas de la víctima y las enviaron a los clientes. Al ver la "evidencia", su padre llamó a su ex esposa y exigió dar una unidad flash para "liberar a su hijo".
Habiendo convencido del secuestro, los delincuentes dieron la segunda parte del dinero a los "artistas". Esta es la prueba principal de su culpa.
La cuestión de notificar a los atacantes sobre las sospechas en ausencia bajo la Parte 4 de Art. 189 del Código Penal de Ucrania (extorsión). Los documentos también se están preparando para la lista de Wanted International.
Esta historia es un excelente ejemplo del hecho de que la codicia no conoce límites, y las relaciones familiares a veces no salen de la traición. Afortunadamente, los agentes de la ley respondieron a tiempo y evitaron un delito grave.