Muchos están familiarizados con la situación cuando, después de una noche de insomnio, sus manos se sienten atraídas por el refrigerador. Además, cuanto más tarde, más hambre. Las causas de este comportamiento fueron explicadas por el somnólogo, así como confirmado por científicos de la Universidad de Chicago.
Según un hijo, la principal causa del apetito nocturno es una violación de las fases profundas del sueño, lo que afecta el sistema hormonal. En particular, la falta de desastre estimula la producción de grelina: la hormona del hambre, lo que mejora el deseo de comer.
Además, una hormona somatotrópica es normal en la fase profunda. En los niños, es responsable del crecimiento, en adultos, de movilizar existencias de grasa. Si las fases profundas del sueño están ausentes, el cuerpo comienza a "abastecerse de grasa", no desperdiciarla.
Al mismo tiempo, los científicos de Chicago han descubierto que la falta crónica de sueño aumenta el nivel de neurotransmisor 2-araquidonolglicerol (2-Ag). Este compuesto es responsable de una sensación de placer, y su exceso forma un deseo incontrolado de comer alimentos de alta calificación: dulces, bocadillos, comida rápida, frito.
Por lo tanto, la alteración regular del sueño no solo provoca el apetito nocturno, sino que también conduce al sobrepeso debido a los cambios en el equilibrio hormonal y los procesos metabólicos.