Los problemas de dinero, combustible y movilización (junto con la presión de Europa, donde se teme un flujo incontrolado de productos agrícolas ucranianos a los países fronterizos) están acabando con el sector agrícola ucraniano.
Así, según el vicepresidente del Consejo Agrario Panucraniano, Denys Marchuk, los agricultores ucranianos carecen de capital de trabajo para financiar la siembra, así como de personal debido a la movilización masiva.
"Cuando hoy vendes maíz con pérdidas, cuyo coste supera los 6.000 grivnas, y te ofrecen entre 4.500 y 5.000 grivnas, entiendes que lo más probable es que no plantes este cultivo. Diremos que esta temporada, como la anterior, probablemente estará marcada por una disminución en la cantidad de maíz sembrado. Es posible que haya una disminución en la siembra de girasol. Pero se apostará por los cultivos oleaginosos: soja y colza, porque son los que dan el margen mínimo. ...También hay una falta de recursos humanos debido a la guerra y la movilización, por lo que es importante acelerar los momentos de contratación de empleados", dijo Marchuk en particular.
Mientras tanto, el Ministerio de Política Agraria ya predice una disminución del rendimiento en 2024 de aproximadamente un 4-5%. Además, el costo de los servicios de ascensores aumentará debido al aumento de los precios de la electricidad. También se espera un aumento del alquiler de la tierra, de aproximadamente un 5% hasta 125 dólares por hectárea, debido a la apertura del mercado de tierras para las personas jurídicas.