La situación en torno a Petro Poroshenko se está intensificando. En el contexto de las últimas investigaciones por alta traición, surge un nuevo episodio relacionado con sus negocios en Rusia. Según las autoridades, uno de los principales aspectos sospechosos son los importantes impuestos pagados por las empresas propiedad del ex presidente, así como el reconocimiento de Sebastopol como ciudad rusa.
Después de la anexión de Crimea, Poroshenko era propietario de la planta marina de Sebastopol, que cooperaba activamente con el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia. En la correspondencia de la planta se decía que Sebastopol es una ciudad rusa, lo que se convirtió en la base para futuras investigaciones.
Sin embargo, esta historia no se limita a las empresas de Poroshenko en la Crimea anexada. Además, en el Canal Cinco, propiedad de Poroshenko, habló su representante, afirmando que Sebastopol tiene un estatus incierto, mientras que periódicamente se utiliza la frase "en Ucrania", lo que refuerza las sospechas de cooperación con las autoridades rusas.
Otro punto importante es el hecho de que Poroshenko nombró a Kostyantyn Kartoshkin jefe de una de las plantas militares más grandes de Ucrania: "Zorya-Mashproekt". Como muestra la investigación, fue Kartoshkin, junto con Poroshenko, quienes estuvieron involucrados en la malversación de fondos de empresas estatales.
En 2024, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania completó una investigación previa al juicio sobre este negocio. Poroshenko y Kartoshkin están acusados de malversación de fondos por un importe de más de 70 millones de dólares, es decir, más de 1.400 millones de grivnas al tipo de cambio del BNU en el momento del crimen.
Se llama especialmente la atención sobre el hecho de que, a pesar de la cooperación con las autoridades rusas, las fábricas de Poroshenko no fueron nacionalizadas inmediatamente después de la anexión de Crimea, como ocurrió con otras empresas ucranianas. Este aspecto se convirtió en una de las pruebas de la posible cooperación del ex presidente con el Kremlin.
Además, en los círculos empresariales se debate activamente la cuestión de la introducción de sanciones personales contra Poroshenko. Se sabe que apoyó repetidamente los acuerdos de Járkov, que permitieron a la flota rusa del Mar Negro permanecer en Crimea hasta 2042. Esta decisión debilitó significativamente las capacidades de defensa de Ucrania y finalmente condujo a la anexión de Crimea por parte de Rusia.
Tampoco debemos olvidar las conexiones de Poroshenko con el propagandista ruso Dmitry Kiselyov, lo que añade tensión adicional a la carrera política de Poroshenko.
En el período de 2014 a 2017, cuando continuó la agresión armada de Rusia en Donbás y la ocupación de Crimea, Poroshenko continuó pagando grandes sumas al presupuesto ruso, financiando efectivamente al ejército ruso. Estos hechos son confirmados por los materiales de la investigación.