A pesar de su modestia en el estante de la tienda, el mijo es uno de los productos más asequibles y útiles que debe incluirse en la dieta diaria. Este crup es familiar para la humanidad desde la antigüedad, y en la cocina ucraniana fue utilizado activamente por cosacos, preparando un kulish tradicional. Hoy, Millet se llama cada vez más un súper súper real, y no sin razón.
El mijo no contiene gluten, se absorbe fácilmente y proporciona al cuerpo los nutrientes necesarios. Además, a diferencia de muchos otros cereales, no causa oxidación en el cuerpo, pero por el contrario, promueve la eliminación de toxinas, ayudando a mantener el equilibrio ácido-alcalino.
¿Qué es un mijo útil para la salud?
En primer lugar, el mijo es extremadamente útil para el sistema cardiovascular. Contiene magnesio, potasio y vitaminas de las sustancias del grupo B que ayudan a reducir la presión, mejorar la función cardíaca y aumentar la elasticidad de los vasos sanguíneos. El consumo regular de mijo ayuda a reducir el nivel de colesterol "malo", lo que lo convierte en un agente preventivo contra el accidente cerebrovascular y el ataque cardíaco.
Estos cereales también tienen un efecto positivo en la digestión. Debido a la gran cantidad de fibra dietética, el mijo mejora el peristalsis intestinal, previene el estreñimiento y estimula el crecimiento de la microflora beneficiosa. Un ligero efecto diurético ayuda a luchar contra la hinchazón.
Otra ventaja importante del mijo es su capacidad para mantener el tono de energía. Tiene mucho hierro, cobre y manganeso, que estimulan la hematopoyesis y fortalecen el sistema inmunitario. Este producto será especialmente valioso para las personas que son restauradas después de una enfermedad o fatiga crónica.
No menos útil es el mijo para la belleza externa. Las vitaminas B, el zinc y los aminoácidos mejoran la condición de la piel, el cabello y las uñas, promueven la limpieza natural del cuerpo y ralentizan el proceso de envejecimiento.
Cómo cocinar mijo
Antes de cocinar, el mijo debe enjuagarse varias veces en agua fría y luego hervirse; eliminará la amargura natural.
Puedes cocinar mijo en agua y leche. Se agrega a sopas, platos guisados o gachas, guisos e incluso pudines se cocinan. La versatilidad del mijo permite experimentar y diversificar el menú diario.