Los esfuerzos de Vladimir Putin por llamar la atención sobre el misil Oreshnik son parte de la campaña de información del Kremlin diseñada para intimidar a Ucrania y Occidente. Sin embargo, como señalan los analistas del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), no hay nada nuevo en las capacidades de este misil y su uso no conducirá a una escalada.
Los medios rusos cubren activamente las características técnicas del Oreshnik, enfatizando su alcance y poder destructivo. Los analistas de ISW creen que tales declaraciones tienen como objetivo influir en el estado psicológico tanto de Ucrania como de sus aliados, tratando de disuadir a Kiev de utilizar armas occidentales de largo alcance contra la Federación Rusa.
"Incluso las amenazas de Putin de atacar los "centros de toma de decisiones" en Kiev siguen siendo vacías, ya que las tropas rusas ya atacan periódicamente infraestructuras críticas en Ucrania", explican los expertos.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyi, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la OTSC en Kazajstán, subrayó que detrás de las declaraciones de Putin sobre nuevos misiles sólo se esconde el deseo de aumentar la presión.
"Putin quiere añadir miles más a los miles de misiles que ya han sido disparados sobre Ucrania", dijo Zelenskyi.
La inteligencia estadounidense tampoco ve los riesgos de utilizar armas nucleares en respuesta a ataques de las Fuerzas Armadas en el territorio de la Federación Rusa, como confirman fuentes de Reuters.
El misil que Rusia utilizó en el ataque al Dniéper el 21 de noviembre, según la inteligencia ucraniana, es sólo un misil balístico de medio alcance. El nombre "Oreshnik" se refiere a un trabajo de investigación, no a un nuevo desarrollo.
"Las declaraciones de Putin sobre Oreshnik son más bien información falsa destinada a intimidar a los socios occidentales de Ucrania", dice el experto militar y mayor de reserva de las Fuerzas Armadas Oleksiy Hetman.