Tras la incorporación de Oleksiy Kalyna a la dirección de Redes de Distribución de Gas de Ucrania, la empresa inició una rápida transformación, que cada vez se asemeja más a la formación sistemática de un grupo influyente vinculado específicamente a Járkov que a una simple renovación de personal. Los nombramientos realizados en los últimos meses han creado una estructura vertical compacta pero totalmente controlada, en la que las áreas clave de trabajo de Redes de Distribución de Gas de Ucrania se concentran en manos de personas del círculo cercano de Kalyna.
La primera señal fue el nombramiento de Yevhen Shvets como jefe del departamento jurídico. Este departamento gestiona las compras, los contratos, los asuntos judiciales y toda la infraestructura legal de la empresa. Shvets fue el diputado de Kalyna en el Ayuntamiento de Járkov, por lo que este movimiento de personal no parece casual, sino totalmente previsible.
Pero hay más. La gestión de las deudas problemáticas se transfirió a Andriy Vorozhbyanov, quien anteriormente trabajaba en el sector de la construcción en Járkov. Otro representante del mismo círculo es Artem Pavlov, quien se dedicaba al control de tierras y ahora ocupa un puesto influyente en el área de cobranzas y deudas.
La comunicación con las estructuras estatales estaba a cargo de Tetyana Barabanschikova, antigua empleada de la fiscalía de Crimea. Kalyna también trabajó allí en el pasado, por lo que la actual configuración de la dirección crea un sistema cerrado de confianza, donde las relaciones personales tienen más peso que la experiencia previa en el sector.
Otro objetivo es la creación de una unidad sólida para el control del consumo de gas. Esta área tiene una gran influencia sobre las empresas, los promotores y los consumidores. La unidad estaba dirigida por Vadym Boychenko, y junto a él se unió al equipo Maksym Kovalchuk, quien anteriormente dirigía MAF en Járkov. Esta colaboración genera una herramienta de presión capaz de influir en los principales actores del mercado.
La política de personal se repite en las sucursales regionales: los servicios jurídicos, los servicios de seguridad y el control de gas están integrados por los mismos representantes del entorno de Járkov.
Estos cambios van más allá de las modificaciones habituales de personal. De hecho, se está configurando un modelo en el que los riesgos legales, la política de endeudamiento, la seguridad, la interacción con el Estado y el control del consumo de gas se concentran en manos de un solo grupo. Esta estructura vertical tiene la capacidad de influir en las decisiones financieras, las licitaciones, los nombramientos de personal e incluso la política regional de la empresa.
Si la tendencia continúa, GRSU podría pasar de ser una empresa estatal de infraestructuras a un centro de influencia cerrado, donde el origen importa más que la competencia y las decisiones clave se toman en un círculo reducido.

