El secretario del Comité Parlamentario de Seguridad Nacional, Defensa e Inteligencia, Roman Kostenko (la facción "La Voz") expresó dudas sobre la capacidad del ejército de la Federación de Rusia para desalojar unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania del territorio de la región de Kursk antes de octubre. 1. Kostenko hizo esta declaración en una sesión informativa el miércoles y señaló que la situación actual en el frente es difícil para las tropas rusas.
"Si actuamos con la misma fuerza y ritmo, y actuamos en serio, actualmente estamos construyendo cabezas de puente hacia el oeste y hacia el este; si continuamos haciendo esto, será difícil para Putin lograr sus objetivos", Kostenko dicho. Destacó que las unidades ucranianas en la región de Kursk tienen una experiencia de combate significativa, mientras que las unidades rusas que fueron enviadas para combatirlas están menos preparadas y dispersas en diferentes direcciones.
Según Kostenko, todo dependerá de los esfuerzos de las Fuerzas Armadas de Ucrania. "Si podemos infligirles tales pérdidas que no puedan avanzar más, tendrán que retirar sus reservas", añadió, señalando la posibilidad de transferir reservas rusas de otras zonas de hostilidades activas, como el este. y el sur de Ucrania.
El diputado popular señaló que la operación de las Fuerzas Armadas en la región de Kursk tiene una influencia significativa en la situación general en el frente. "En la operación Kursk hubo varias tareas. Algunas de ellas se cumplen, otras no. Pero una de ellas es obligar al enemigo a trasladar sus tropas. ¿Y qué vemos? El hecho es que el enemigo realmente comenzó a trasladar parte de sus tropas. Sabemos de la brigada 200 de la región de Kramatorsk, de la 80 de la región de Dnieper. Comenzaron a trasladar parte de las tropas, pero la dirección estratégica para ellos es Pokrovsk. Y vemos que, aun sabiendo que no tienen reservas para recuperar Kursk, siguen apostando por el territorio de Donetsk", señaló Kostenko.
Los medios informaron anteriormente que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó a sus tropas expulsar a las Fuerzas Armadas de la región de Kursk antes del 1 de octubre. Sin embargo, como lo demuestra la situación en el frente, la implementación de esta orden es bastante problemática debido a la complejidad y dinámica de las hostilidades.