La Corte Internacional de Justicia de la ONU en La Haya emitió una decisión en el caso en el que Ucrania acusó a Rusia de violar dos convenios internacionales: sobre la lucha contra la financiación del terrorismo y sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.
El tribunal aceptó parcialmente la demanda de Ucrania y rechazó la mayoría de los cargos contra Rusia. Cabe señalar que esta demanda no cubre las violaciones cometidas por Rusia después del inicio de una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, sino que se limita a los acontecimientos ocurridos en Donbás y Crimea desde 2014.
Antes de que se anunciara la decisión en Ucrania, ya se consideraba un acontecimiento "histórico". Lana Zerkal, ex viceministra de Asuntos Exteriores que representó a Ucrania en el tribunal de La Haya, señaló que esta decisión será la primera respuesta jurídica del mundo civilizado al "gran desprecio" de Rusia por el derecho internacional y la propia Corte Internacional de Justicia de la ONU.
La decisión de la Corte Internacional de Justicia de la ONU en La Haya sobre la demanda de Ucrania contra Rusia incluye el rechazo de la mayoría de las acusaciones. Al examinar el caso sobre la financiación del terrorismo, el tribunal reconoció sólo la posibilidad de que Rusia apoye a grupos terroristas con medios financieros, excluyendo el uso de armas para cometer ataques terroristas.
En cuanto a las acusaciones de terrorismo contra representantes de la "DPR" y la "LPR", el tribunal decidió que Rusia no realizó una investigación suficiente, violando la convención sobre la lucha contra la financiación del terrorismo. Sin embargo, este es el único punto en el que el tribunal satisfizo la acusación de Ucrania en este caso.
En cuanto a la situación en Crimea, el tribunal reconoció que las acciones de las fuerzas del orden rusas violaban los derechos de los tártaros de Crimea. Pero en cuanto a las acusaciones de discriminación racial, el tribunal expresó su incredulidad en la persecución de los tártaros de Crimea y los ucranianos debido a su origen étnico, considerando que podría tener motivaciones políticas.
El tribunal se negó a reconocer la violación rusa de los derechos nacionales de los ucranianos y los tártaros de Crimea. El tribunal declaró a Rusia culpable de violar los derechos de los ucranianos étnicos en Crimea, pero se negó a conceder compensación a Ucrania.
En enero de 2017, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU contra Rusia, acusándola de violar dos convenciones internacionales.
El primer convenio al que se refiere la demanda se refiere a la lucha contra la financiación del terrorismo. Rusia fue acusada de brindar apoyo financiero a "grupos armados ilegales que cometieron una serie de actos de terrorismo en el territorio de Ucrania". El Ministerio de Asuntos Exteriores cita ejemplos como el derribo del vuelo MH17 y el bombardeo de zonas residenciales en Mariupol y Kramatorsk.
La segunda convención trata de la eliminación de la discriminación racial. La demanda afirma que esta acusación se refiere a "comunidades no rusas" en la Crimea ocupada, en particular a "los ucranianos étnicos y los tártaros de Crimea". Según la demanda, las acciones de Rusia, como la celebración de un "referéndum" en Crimea, la prohibición del Mejlis del pueblo tártaro de Crimea y la restricción de la enseñanza en las lenguas ucraniana y tártara de Crimea, violan esta convención.
En su demanda, Kiev pide al tribunal que tome medidas como prohibir el apoyo a grupos armados, procesar penalmente a quienes participan en la financiación del terrorismo e indemnizar por los daños relacionados con el accidente del MH17 y otros actos de terrorismo que han dado lugar a acusaciones. contra Rusia. La parte de Crimea de la demanda exige la protección total de los grupos étnicos en la Crimea ocupada y el restablecimiento de sus derechos.
La posición de Rusia en el contexto del juicio. Desde hace un tiempo, el Kremlin rechaza las acusaciones de violaciones de derechos humanos en Crimea y de participación en la guerra de Donbass, así como de apoyo a militantes con material y armas, así como la ubicación de sus tropas.
Durante el juicio, el representante de Rusia afirmó que los bombardeos contra civiles en Donbás se produjeron a ambos lados de la línea de demarcación y no tenían carácter terrorista.
Sin embargo, más tarde el Kremlin cuestionó el hecho mismo de que se estuviera considerando la demanda. En septiembre de 2018, la parte rusa declaró que el tribunal no tenía competencia en esta disputa.
Los representantes rusos indicaron que Ucrania malinterpreta el concepto de terrorismo en su demanda y no hay evidencia de la participación de Rusia en los hechos descritos en la demanda.
En cuanto a la parte de la demanda relativa a Crimea, los representantes rusos insistieron en que el objetivo principal de Ucrania no es discutir cuestiones de discriminación racial en Crimea, sino cuestionar el estatus mismo de la península.
A pesar de la oposición de Rusia, la Corte Internacional de Justicia de la ONU confirmó su competencia sobre la demanda. Este reconocimiento fue una victoria importante para Ucrania.
La importancia de tomar esta decisión. La demanda presentada por Ucrania ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU se define como un precedente histórico debido a su singularidad: fue la primera vez que el tribunal de la ONU se ocupó de acusaciones de un Estado separado por apoyar el terrorismo.
Ucrania, mientras preparaba el caso, invirtió considerable esfuerzo y detalle en la preparación. Los representantes del país recopilaron y presentaron miles de páginas de documentos para los jueces.
Según Lana Zerkal, esta decisión tendrá una importancia decisiva para el futuro desarrollo y aplicación del derecho internacional en el ámbito de la lucha contra la financiación del terrorismo y la discriminación racial.
"El resultado del caso tendrá un impacto en el desarrollo de la situación en Medio Oriente, donde algunos países, en particular Irán y posiblemente Rusia, son acusados de financiar ataques hutíes y apoyar a sus grupos aliados", señala Lana Zerkal.
El periodista Serhii Sydorenko, que siguió detalladamente el proceso, destaca: "Ucrania ha abierto un nuevo camino en la interpretación del derecho internacional, que se ha convertido en un precedente histórico. Esta decisión determinará el futuro de la regulación internacional en el ámbito de la lucha contra la financiación del terrorismo y la discriminación racial".