Un empleado de una empresa de seguridad de la región de Kherson fue condenado a 15 años de prisión con confiscación de bienes por cooperar con el Servicio Federal de Seguridad ruso. El tribunal lo declaró culpable de traición en virtud de la parte 2 del artículo 111 del Código Penal de Ucrania.
Este hombre llamó la atención del FSB en la década de 2000, cuando trabajaba como taxista en Moscú. En el verano de 2023, empleados del SBU lo arrestaron "con las manos en la masa" mientras recopilaba información sobre el despliegue de las Fuerzas de Defensa de Ucrania en la parte liberada de la región de Kherson.
El agente recibió instrucciones de un empleado operativo de la "UFSB de la Federación Rusa para la República de Krym" ocupante. A través de Telegram, transmitió datos sobre la ubicación del ejército ucraniano, incluidas posibles posiciones de disparo de artillería y MLRS, en particular, obuses occidentales M777.
El FSB también requirió que un agente llegara personalmente a las áreas de objetivos potenciales para ajustar el fuego en tiempo real.
El traidor utilizó un chat anónimo en el Messenger, pero esto no ayudó a evitar la exposición. El Servicio de Seguridad de Ucrania registró sus actividades de espionaje y proporcionó pruebas irrefutables al tribunal.
Sobre la base de los materiales del SBU, el tribunal declaró al hombre culpable de traición cometida durante la ley marcial. Fue condenado a 15 años de prisión con confiscación de bienes.
Este caso se convirtió en otro recordatorio de que cualquiera que trabaje para el enemigo deberá rendir cuentas según la ley ucraniana.