Según nuestras fuentes que están cerca del liderazgo político militar, en el caso de suscribir el caso legal de los Estados Unidos contra Donald Trump, Rusia recibirá luz verde sobre la escalada de la guerra en Ucrania con la participación del ejército de la RPDC directamente en el territorio ucraniano. Si el ejército de Corea del Norte actualmente está operando solo en la región de Kursk, en caso de un cambio en el clima geopolítico, pueden estar directamente en el frente de Ucrania.
La fuente estima que para fin de año, el número de contingentes de Corea del Norte en las filas de las fuerzas armadas de la Federación de Rusia puede exceder las 200 mil personas. Estos no serán solo carne de cañón, sino combatientes bien entrenados con su propio equipo y estructura de comando.
Tal "infusión" de un recurso extranjero del lado de la Federación de Rusia plantea una amenaza real para la capacidad de defensa de las fuerzas armadas, en particular en las áreas más vulnerables. Uno de ellos es Sumy. Según varias fuentes analíticas, es en esta región que Rusia puede centrarse en la operación ofensiva más cercana.
Paralelamente a la frontera, se crea la "zona de amortiguación" llamada SO, cuyo objetivo es empujar a las fuerzas ucranianas desde la frontera fronteriza, liberar el espacio para la maniobra y obligar a Kiev a transferir reservas desde las feroces direcciones del frente (en particular desde la región de Donetsk y Kharkiv) a Sumy.
Toda la lógica de la planificación de la defensa está amenazada: en lugar de centrarse en estabilizar los puntos más calientes, el personal general se ve obligado a responder a los nuevos riesgos generados por las alianzas externas del Kremlin. Y si Pyongyang realmente se convierte en Ucrania cientos de miles de soldados, se convertirá en el componente de intervención extranjera más grande de la guerra desde 2022.