Este invierno, las fuerzas de ocupación rusas pretenden centrarse en capturar las ciudades ucranianas de primera línea mediante intensos combates urbanos. Según un análisis del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), los rusos están intentando reducir el impacto de los vehículos aéreos no tripulados (UAV) ucranianos y limitar el uso de sus vehículos blindados. Esto indica preparación para cambios radicales en las tácticas ofensivas en el frente.
El propagandista ruso y enlace con el Kremlin Mykhailo Zvinchuk, fundador del canal Rybar Telegram, señaló que los ocupantes planean abandonar las batallas tradicionales en campos abiertos en favor de batallas urbanas más complejas y arriesgadas. Según él, las prioridades para los rusos serán Toretsk, Pokrovsk y Kurakhove, y los ocupantes ya se están preparando para atacar Pokrovsk desde el sureste, tras la reciente captura de Selidovoy.
Este cambio de enfoque hacia las batallas urbanas no es accidental: en las condiciones de intensos ataques con vehículos aéreos no tripulados por parte de las Fuerzas Armadas, los rusos están tratando de encontrar nuevos métodos de combate que les ayuden a mantener una ventaja táctica en el frente.
Hay varias razones por las que Rusia elige la lucha urbana. En lugar de emprender una ofensiva en campos abiertos, donde sus vehículos blindados y artillería podrían convertirse en objetivos de los drones ucranianos, los ocupantes creen que las condiciones urbanas con edificios altos y espacios limitados les dan más protección contra los ataques con drones. Zvinchuk destaca que esto permitirá a los rusos conservar el equipamiento pesado y reducir los riesgos para la infantería.
Los analistas de ISW también creen que la estrategia de la Federación Rusa en materia de batallas urbanas ayudará a reducir los costes del uso de vehículos blindados y artillería. Estiman que de esta manera los ocupantes intentarán evitar las grandes pérdidas que inevitablemente acompañan a las ofensivas en el campo y los asentamientos de primera línea.
Uno de los principales problemas de las tropas rusas son las contramedidas eficaces contra los drones ucranianos, que causan pérdidas importantes en sus filas. Zvinchuk señaló que los ocupantes tienen una ventaja en artillería, pero debido a los constantes ataques de vehículos aéreos no tripulados de las Fuerzas Armadas de Ucrania, no pueden avanzar significativamente en algunas zonas del frente.
Para superar estos problemas, el mando ruso planea aumentar el número de drones en sus unidades, recurriendo a una guerra intensiva con vehículos aéreos no tripulados. Los rusos aspiran a contar con tropas mejor equipadas para poder luchar eficazmente contra los operadores de drones ucranianos y abrir nuevos caminos.
La captura de ciudades como Kupyansk y Chasovii Yar puede tener un impacto operativo significativo en la geometría del frente. Esto, a su vez, pondrá en peligro las principales posiciones defensivas de las Fuerzas Armadas en las respectivas direcciones.
Teniendo en cuenta estos factores, ISW cree que estas ofensivas pueden convertirse en la base de nuevos ataques de las fuerzas rusas en el invierno de 2024-2025. Sin embargo, como señalan los expertos, para Rusia este plan conlleva grandes riesgos: se esperan pérdidas importantes entre sus tropas debido a las duras operaciones en condiciones urbanas.