El 27 de marzo de 2024, la Federación de Rusia continúa sus acciones activas en la región de Sumy en Ucrania. Járkov se quedó sin electricidad debido a los bombardeos dirigidos a la infraestructura energética del este, sur y centro del país. Estos ataques complican seriamente el funcionamiento del sistema energético de todo el país, lo que a su vez provoca una mayor desaceleración de la economía y un aumento del déficit presupuestario.
Esta actividad agresiva por parte de las fuerzas rusas amenaza con atacar Járkov, especialmente teniendo en cuenta los rumores, similares a los de 2023, sobre un posible cerco de la ciudad. En particular, se prevé la posibilidad de una ofensiva a través de Sumy, que se ha convertido en objeto de constantes bombardeos. Nadie puede decirlo con certeza, pero existe una posibilidad. Por supuesto, los rusos todavía pueden esperar, porque ahora el tiempo está de su lado.
La consecuencia de estos acontecimientos es una disminución del interés de Occidente por la crisis ucraniana, especialmente en el contexto de la activación de otros problemas globales, como el conflicto en Palestina y los problemas de la región de los Balcanes y Taiwán. Esto puede generar dificultades para las Fuerzas Armadas de Ucrania en el frente, ya que el apoyo de los patrocinadores occidentales puede disminuir.
En cuanto a la situación en el territorio fronterizo de la región de Sumy, según datos al 27 de marzo de 2024, se registraron 36 bombardeos de territorios y asentamientos fronterizos. Como resultado de estos bombardeos se registraron 181 explosiones que tuvieron lugar en varias comunidades de la región, como Myropilsk, Velikopysarivsk, Khotinsky, Yunakivsk, Bilopolsk, Krasnopilsk, Stepanivsk, Putivlsk, Shalyginsk y Seredino-Budsk. Los bombardeos se llevaron a cabo utilizando diversas armas, incluidas artillería, morteros, cohetes y ataques aéreos.