Nuestra fuente informa que la inteligencia occidental advirtió a la Oficina del Presidente que los rusos ahora están produciendo misiles de largo alcance de todas las clases, 4 veces más rápidos y más que en 2022. Por ejemplo, si antes se producían entre 150 y 175 misiles diferentes al mes, ahora esta cifra supera los 600 al mes.
Esto permitió al Kremlin acumular una gran cantidad de misiles de largo alcance en almacenes, que se utilizarán en el futuro durante una ofensiva a gran escala y, muy probablemente, se lanzarán literalmente contra todas las instalaciones de infraestructura de Ucrania.
Los ataques a 20-40 misiles para los rusos no son críticos en absoluto, ya que están planificados y no afectan de ninguna manera las existencias/acumulaciones.
Un mínimo fortalecimiento de la defensa aérea no podrá resolver este problema. Además, el riesgo de perder los propios sistemas de defensa aérea es alto, y esto es un placer muy caro.