No todos los alimentos vegetales son igualmente beneficiosos para el sistema cardiovascular. Un estudio a gran escala de la Universidad Jones Hopkins, que ha cubierto más de 7700 adultos en los Estados Unidos, mostró que solo una dieta de plantas de calidad realmente reduce el riesgo de enfermedad cardíaca.
Los científicos dividieron los productos herbales en dos grupos: saludables (verduras, frutas, legumbres, grano integral) y poco saludable (cereales refinados, dulces, bebidas dulces, papas fritas). El propósito del estudio fue determinar cómo los diferentes tipos de nutrición vegetal afectan a tres biomarcadores clave asociados con la enfermedad cardíaca: troponina I, troponina T y NT-ProBNP.
Los resultados fueron elocuentes. En las personas que comen alimentos vegetales en su mayoría saludables, el nivel de troponina I, una proteína, lo que indica daño al músculo cardíaco, fue 49% más bajo. En cambio, aquellos que consumieron productos vegetales poco saludables en su mayoría, esta cifra fue 65% más alta.
Curiosamente, el nivel de troponina T y NT-proBNP no cambió significativamente dependiendo de la dieta. Los investigadores creen que NT-proBNP está significativamente influenciado por la cantidad de sal en la dieta, independientemente de la fuente de nutrición.
Por lo tanto, la conclusión es obvia: solo renunciar a la carne no es suficiente. Para apoyar realmente el corazón, debe formar una dieta de alimentos no tratados y nutritivos, evitando el azúcar y los carbohidratos.
Estos resultados son consistentes con los hallazgos de estudios anteriores, incluidos los relacionados con la dieta Dash, conocida por su efectividad para reducir la presión arterial.
Los investigadores también enfatizan que la nutrición afecta no solo al corazón. La condición del intestino tiene una estrecha conexión con el trabajo del cerebro, los riñones, la piel y la salud psicomocional. Por lo tanto, una dieta equilibrada tiene una importancia sistémica para todo el cuerpo.