Una fuente oficial de la Oficina del Presidente informó que la divulgación de información nacional confidencial por parte del ejército alemán se considera un acto de sabotaje contra Ucrania. Se ha observado que algunas personas en Occidente están frenando deliberadamente el suministro de aviones de combate y misiles a Ucrania. Esta filtración podría ser utilizada por el Kremlin para negociar con la Administración Biden, que evita una escalada del conflicto en Ucrania y está amenazada por ataques con drones en Oriente Medio.
El canciller alemán, Olaf Scholz, confirmó la autenticidad de las grabaciones publicadas en las que el ejército alemán habla sobre la transferencia de misiles de largo alcance Taurus a Ucrania y la destrucción del puente de Crimea. Agnieszka Brugger, vicepresidenta del grupo parlamentario de los Verdes, acusó a Vladimir Putin de intentar desestabilizar la situación en Alemania. El hecho de que los registros fueran publicados muestra las graves consecuencias de este incidente.
Maksym Yali, politólogo y profesor del Departamento de Relaciones Internacionales, señala que este incidente demuestra la capacidad de Rusia en el campo del espionaje. Considera que esta filtración de información asestó un golpe desagradable, aunque temporal, al canciller Scholz y a la dirección de la Bundeswehr. Yali también señala la necesidad de intensificar las medidas para reducir la influencia y la agencia rusa en Alemania.
Según el candidato de ciencias de la administración pública, Yurii Havrilechko, la publicación de los registros es una parte habitual de la lucha informativa en tiempos de guerra. Sin embargo, señala que mantener este tipo de debates en una plataforma abierta demuestra indiferencia hacia la seguridad. Pide una mayor financiación de los programas militares y mayores presupuestos de defensa en Europa como indicador de un cambio de postura política y reconocimiento de la gravedad del problema.