En los últimos meses, las fuerzas rusas han modificado sus tácticas con drones para intentar paralizar la logística y las líneas de suministro ucranianas en el frente. Según The Wall Street Journal, las carreteras que antes se consideraban seguras a menos de 32 kilómetros del frente ahora son atacadas regularmente.
Según las Fuerzas Armadas de Ucrania, los rusos están convirtiendo algunos tramos de la carretera en "corredores de la muerte", donde cualquier vehículo queda expuesto al fuego enemigo. En respuesta, el ejército ucraniano intenta adaptarse: instala redes antidrones, se desplaza en la oscuridad y utiliza vehículos pequeños en lugar de camiones.
Sin embargo, las tácticas rusas se están volviendo cada vez más sofisticadas. Han surgido drones pesados, conocidos como "drones nodriza", que lanzan drones explosivos más pequeños y también actúan como antenas de retransmisión para ampliar su alcance, lo que permite a Moscú atacar en carreteras y accesos a ciudades alejadas del frente.
El teniente coronel Dmytro Zaporozhets, del 11.º Cuerpo de Ejército de las Fuerzas Armadas de Ucrania, destaca que, si bien antes los ataques eran aislados, ahora son sistemáticos. Esto afecta no solo a las rutas de suministro, sino también a almacenes, rutas de evacuación y accesos a asentamientos.
Las consecuencias se sienten directamente en el frente. Las unidades a veces se ven obligadas a esperar un día o más para recibir municiones, lo que les impide operar con toda su fuerza. La evacuación de los heridos también es complicada, tanto por los ataques con drones como por las carreteras destruidas. Los médicos admiten que, en tales condiciones, prestar ayuda mientras se desplazan se vuelve casi imposible.
Las redes antidrones que las fuerzas ucranianas están instalando masivamente en las carreteras solo resuelven parcialmente el problema. Los rusos se están adaptando: intentan atacar los soportes para derrumbar las estructuras o dejan drones emboscados en las salidas y entradas.
A su vez, el Financial Times señala que el futuro de la guerra podría definirse por el uso de enjambres de drones con inteligencia artificial. Estas tecnologías pueden cambiar radicalmente el equilibrio de poder en el campo de batalla.