La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania informó que el ejército ruso ha comenzado a utilizar contra Ucrania un nuevo tipo de dron con sistema de comunicación LTE y capacidad de control remoto. Este ya ha sido identificado entre los derribados en territorio ucraniano.
Según el GUR, el dron puede realizar varias funciones a la vez: ser un dron de reconocimiento, un vehículo de ataque o actuar como un objetivo falso para sobrecargar las defensas aéreas ucranianas.
La modificación del dispositivo está equipada con una cámara y dos módems LTE. Estos permiten transmitir vídeo en tiempo real a través de estaciones base móviles y recibir comandos del operador para cambiar de rumbo. En la versión de ataque, el dron funciona según el principio FPV: el operador puede dirigirlo directamente al objetivo.
Estructuralmente, el nuevo UAV tiene un fuselaje de ala delta similar al del Shahed-131, pero es ligeramente más pequeño. La navegación se realiza mediante un sistema de posicionamiento por satélite resistente a interferencias con cuatro antenas y módulos chinos Allystar.
Casi la mitad de los componentes son de origen chino. Entre ellos: módulos de comunicación, una minicomputadora, un regulador de potencia y un oscilador de cuarzo. El motor DLE está instalado en el morro del fuselaje, lo que confiere al dron la apariencia de una munición italmas merodeadora del grupo ruso Zala.
Ya el 18 de agosto, expertos ucranianos informaron de nuevos hallazgos entre los drones derribados. Según el experto en tecnología de radio militar, Serguéi "Flash" Beskrestnov, algunos drones tenían cámaras de video instaladas, que anteriormente no estaban disponibles en las versiones de ataque.
"Es demasiado pronto para determinar con qué propósito los rusos instalan cámaras en los Shaheds. Pero es evidente que intentan grabar durante el vuelo hasta el momento del impacto", señaló.