Hoy, los cristianos ortodoxos conmemoran a los santos mártires Gurias, Samon y Aviv, e inician el Ayuno de la Natividad, uno de los más importantes del calendario litúrgico. Este período durará hasta el 25 de diciembre e implica no solo restricciones alimentarias, sino también una especial atención al estado espiritual y al comportamiento personal.
Los santos Gurio, Samón y Aviv fueron predicadores de los siglos III y IV y sufrieron enormemente por su fe. Gurio y Samón fueron encarcelados, torturados y finalmente ejecutados repetidamente por predicar el cristianismo. El diácono Aviv fue quemado vivo, pero no renunció a su fe y se negó a ofrecer sacrificios a los dioses paganos. Su firmeza e indomabilidad se convirtieron en un símbolo de fortaleza espiritual para muchas generaciones de cristianos.
En este día, los creyentes inician el ayuno navideño, que consiste en abstenerse de carne, lácteos, huevos y, en algunos días, incluso de aceite. Sin embargo, la esencia principal del ayuno no reside únicamente en las restricciones físicas, sino también en el trabajo interior. Se procura evitar la ira, la envidia, las discusiones y los pensamientos negativos, ya que se cree que las emociones y las palabras adquieren un poder especial durante este período.
Lo que está prohibido el 15 de noviembre:
• romper el ayuno mediante la ingesta excesiva de alimentos, alcohol o el incumplimiento de las restricciones;
• entrar en conflictos, insultar a alguien o expresar negatividad;
• participar en prácticas mágicas o adivinación;
• chismorrear o condenar a otros, porque supuestamente lo que se dice en este día regresa a la persona de forma intensificada.
Los santos Gurias, Samón y Aviv son considerados patronos de la vida familiar. Se les dirigen oraciones para fortalecer el matrimonio, reconciliar a los cónyuges y encontrar a la pareja ideal.
Los presagios populares asociados al 15 de noviembre también ofrecen pistas sobre el tiempo invernal. Una noche estrellada y despejada presagia un invierno frío y seco; las nubes que se mueven rápidamente indican vientos más fuertes; y una puesta de sol rojiza es señal de un deshielo rápido o de nevadas.

