El servicio de seguridad de Ucrania expuso un esquema de corrupción en el 169º Centro de Entrenamiento Desna, donde los militares robaron sistemáticamente combustible y lubricantes. Este combustible debería haberse utilizado para preparar movilizados y sedados, pero gran parte no llegó a equipos militares. Los documentos indicaron que el combustible se proporcionó de acuerdo con las reglas, pero de hecho los vehículos de combate permanecieron fijos en el parque.
Según la investigación, el organizador del esquema criminal fue el jefe adjunto de logística del centro de capacitación. Creó el sistema de que el combustible se acumuló artificialmente, fue descartado a través de documentos falsificados y posteriormente se vendió a empresas privadas. El equipo de las unidades militares, los jefes de servicios blindados, automotrices y técnicos, comandantes de la boca y pelotones, así como conductores que participaron en el transporte de combustible robado estaban involucrados en el equipo.
El robo de combustible causó graves pérdidas de la capacidad de defensa de Ucrania. Debido a la falta de diesel, el equipo militar no se usó según lo previsto, y el movilizado no funcionó correctamente. En la guerra, tales crímenes afectan directamente la capacidad de combate del ejército, porque sin suficientes maniobras de entrenamiento de combustible y entrenamiento de combate son imposibles.
El coronel que encabezó el esquema coordinó todas las acciones y controló la distribución de fondos. Sus subordinados se dedicaron a un registro ficticio de documentos, organizaron el transporte de combustible a estructuras comerciales y proporcionaron escritura "correcta". La venta del diesel robado se llevó a cabo a través de intermediarios cuyos nombres aún no están revelados por la investigación.
La SBU abrió procedimientos penales bajo el Artículo 410 del Código Penal de Ucrania: secuestro, apropiación o desperdicio de propiedades militares. Si el tribunal demuestra la culpa de las personas, están amenazados con hasta 12 años de prisión. Dada la escala de robo, el caso puede transferirse al tribunal supremo anti -corrupción, ya que la corrupción en las estructuras militares durante la guerra se equipara con delitos particularmente graves.
La investigación está en curso, y los agentes de la ley establecen a varias personas que podrían participar en esta actividad criminal. Si se confirma información sobre la cooperación de los militares con negocios privados, se divulgará la investigación. La sociedad ucraniana está esperando respuestas, como sucedió que durante la lucha activa, un combustible que tuvo que ayudar a nuestros defensores a convertirse en el objeto de venta.