El servicio de seguridad de Ucrania evitó el debilitamiento de una instalación militar en Zaporozhye, que se planeó hacer que los agentes rusos en el aniversario de la SBU. Los saboteadores lograron detener debido a la operación especial de los servicios especiales ucranianos.
Según la SBU, dos jóvenes de 18 y 19 años, que fueron reclutados por servicios especiales rusos a través de canales de telegrama, fueron detenidos. Alquilaron el edificio frente a la unidad militar e instalaron una cámara web para monitorear la instalación. Su propósito era socavar el punto de control del complejo de defensa.
Durante las búsquedas, incautaron componentes para la fabricación de un dispositivo explosivo casero, teléfonos móviles con evidencia de cooperación con curadores y equipos rusos para el seguimiento. Los atacantes planearon la explosión remota, y todos los datos obtenidos fueron transmitidos a Rusia.
La contrainteligencia ucraniana interrumpió los planes de los rusos el día en que el ataque debía tener lugar. Los detenidos ahora han elevado la sospecha de los artículos "traición estatal" y "preparación para un acto terrorista". Están amenazados con cadena perpetua con la confiscación de la propiedad.
La operación especial fue realizada por el personal de SBU bajo el liderazgo procesal de la Oficina del Fiscal Regional. El departamento enfatiza que la Federación de Rusia continúa reclutando a los jóvenes a través de plataformas en línea, ofreciéndoles dinero rápido para el espionaje y el sabotaje.