Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Stanford cuestionó el estándar médico establecido: la temperatura corporal promedio de 36,6°C. Su trabajo muestra que la temperatura corporal en personas sanas oscila entre 36,2°C y 38,8°C, lo que hace que el valor tradicional quede obsoleto.
Cómo y por qué cambia la temperatura promedio.
Los resultados del estudio mostraron que la temperatura media del cuerpo humano ha disminuido 0,5°C en los últimos dos siglos. Los científicos explican esto por la mejora de las condiciones de vida, la medicina, la higiene y la salud general de la población.
La Dra. Julie Parsonnet, experta en enfermedades infecciosas, señaló:
"Fisiológicamente, nos hemos vuelto diferentes de lo que éramos en el siglo XIX".
El cambio de la temperatura media es de gran importancia práctica, especialmente para el diagnóstico de fiebre y otras afecciones. La nueva información puede afectar a la revisión de los protocolos médicos, ya que la idea de una temperatura "normal" depende ahora más de las características individuales de cada persona.
Los científicos analizaron más de 618.000 mediciones de temperatura recopiladas entre 2008 y 2017. Para mayor precisión, excluyeron los datos que pudieran verse influenciados por enfermedades y aplicaron algoritmos modernos.
Además, el equipo de investigación revisó las tendencias en los cambios de temperatura corporal durante los últimos 200 años, comparando datos modernos con los recopilados en el siglo XIX.
Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la medicina. En lugar de una temperatura "media", los médicos deberán tener más en cuenta las fluctuaciones individuales de los pacientes. Para el diagnóstico moderno, esto significa que los conceptos de "fiebre" o "temperatura normal" ahora deberían evaluarse de manera más flexible.
Conocer el rango real de temperatura corporal cambia la percepción de la salud humana. En el futuro, es posible que sea necesario cambiar los estándares básicos de diagnóstico o incluso los hábitos domésticos, como la medición regular de la temperatura.
Este descubrimiento nos recuerda una vez más que incluso los "axiomas" establecidos pueden cambiar cuando la ciencia nos brinda nuevos conocimientos.