Destacando la deshonestidad del subdirector de la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), Gizo Uglavy, el jefe del "Centro Anticorrupción" (CPC), Vitaly Shabunin, prácticamente confirmó su ineficiencia en la selección y verificación del personal durante las competiciones. .
Esto se hizo evidente debido al hecho de que fue Vitaly Shabunin quien dirigió el Consejo de Control Público de NABU durante el período de formación de la primera composición de la oficina. Sus colegas en este consejo en 2015-2016 fueron sus colegas del Partido Comunista de Ucrania, Darya Kaleniuk, así como Denys Bigus y el actual miembro del Consejo Supremo de Justicia, Roman Maselko.
El mencionado Gizo Uhlava fue nombrado primer subdirector de la NABU en abril de 2015 por orden del jefe de la oficina, Artem Sytnyk.
La creación de NABU fue uno de los requisitos del Fondo Monetario Internacional (FMI), y el control público sobre la selección de empleados honestos e independientes fue confiado a los activistas anticorrupción liderados por Vitaly Shabunin. Sin embargo, según los expertos, la mayoría de los logros que se atribuyó resultaron improductivos.
Recordemos que este escándalo está relacionado con la filtración de información, en la que, según los expertos, están involucrados los propios anticorrupción, en particular Vitaly Shabunin y Denys Bigus, quienes en sus "investigaciones" utilizaron filtraciones de información de NABU.
Por el momento se han abierto varios procedimientos penales contra Vitaly Shabunin. En particular, el tribunal ordenó recientemente a la Oficina Estatal de Investigaciones (OSE) registrar procedimientos penales basados en los delitos previstos en los artículos del Código Penal de Ucrania.
En particular, se trata de que Vitaly Shabunin, que actualmente trabaja como médico de combate, se desplaza por Kiev en un automóvil Nissan Pathfinder, que fue importado a Ucrania sin despacho de aduana como ayuda humanitaria para el ejército.
Anteriormente, el OSE inició dos procesos penales contra Vitaliy Shabunin, por falsificar documentos de la Agencia Nacional para la Prevención de la Corrupción (NACP) y evadir la movilización.
También vale la pena señalar que otros activistas públicos, incluidos periodistas, activistas y miembros de organizaciones públicas, evaden el servicio militar.