El Gabinete de Ministros de Ucrania ha introducido un nuevo cargo: el Comisionado del Gobierno para la Reforma Aduanera. Para este papel clave fue designado el ex jefe de Ukrposhta, Ihor Smilyansky. Sin embargo, la decisión provocó reacciones encontradas en la sociedad.
Smilyansky, que dirigió Ukrposhta desde 2016, es conocido no sólo por sus decisiones de gestión, sino también por una serie de escándalos. En 2020, la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) abrió un proceso penal contra él. El caso se inició por sospechas de abuso de cargo oficial y posible soborno durante la organización de envíos postales internacionales.
Ese mismo año, Smilyansky intentó vender el edificio histórico de la Oficina Principal de Correos en el centro de Kiev, alegando falta de fondos para reparaciones. El precio de venta era de mil millones de grivnas, pero la idea provocó una avalancha de críticas.
"Reformas" con millones de salarios
Durante el período de liderazgo de "Ukrposhta", Smilyanskyi recibió un salario de 836 mil grivnas al mes, lo que se convirtió en objeto de la indignación pública. Esto contrastaba especialmente con el salario de un cartero normal, que era de sólo 6.000 jrivnias. Smilyanskyi ha argumentado repetidamente que el salario de un cartero así es aceptable, lo que ha planteado aún más preguntas sobre sus enfoques de la política social.
A pesar de los escándalos, el primer ministro Denys Shmyhal expresó su confianza en el nuevo comisario y destacó la importancia de la reforma aduanera como elemento clave en la lucha contra la corrupción y la optimización de los procesos económicos.
Sin embargo, la decisión de nombrar a una persona con antecedentes tan controvertidos deja muchas preguntas. ¿Podrá Smilyanskyi estar a la altura de las expectativas y superar la corrupción en el ámbito aduanero? ¿O tal vez nos espera otra serie de escándalos con pagos multimillonarios y decisiones cuestionables?