A principios de mayo, se espera actividad geomagnética en Ucrania. Según el Centro de Previsión del Meteorato Space de NOAA, un período de tormentas magnéticas moderadas durará durante el 4-6 de mayo. Es un nivel amarillo de peligro en la escala del índice K: de 3.67 a 4. Estos no son los más altos, pero las personas dependientes del clima pueden sentir.
El sábado 4 de mayo, se espera que aumente la actividad solar al índice K 3.9. El domingo, nivel 4 y el lunes 6 de mayo, la actividad disminuirá ligeramente, aunque permanecerá dentro del nivel amarillo. Cabe señalar que estos indicadores no son críticos, pero pueden influir en el bienestar, especialmente en personas con enfermedad cardiovascular, hipertensión o dolencias crónicas.
Las tormentas magnéticas ocurren como resultado de bengalas solares cuando el flujo de partículas cargadas alcanza la magnetosfera de la Tierra. Tales cambios pueden afectar no solo los sistemas de comunicación electrónica, sino también al cuerpo humano. La mayoría de las veces hay dolor de cabeza, mayor fatiga, disminución del rendimiento, irritabilidad y problemas de sueño. Algunos experimentan presión en los templos o la presión arterial cae.
A pesar de los temores comunes, los médicos se tranquilizan: no se asuste. La mayoría de los síntomas son de corta duración y no representan una amenaza grave. En estos días, es importante adherirse al régimen habitual, evitar la fatiga, no sobrecargarse física y emocionalmente. Los niños, los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas necesitan especial atención.
Los expertos aconsejan monitorear su bien, beber más agua, no beber alcohol y café en exceso, renunciar a los alimentos pesados. Las caminatas cortas al aire libre ayudarán a reducir la tensión. En caso de síntomas persistentes, debe consultar a su médico.
Los pronósticos de actividad magnética se actualizan cada pocas horas. Por lo tanto, las personas sensibles al clima deben ser monitoreadas para obtener cambios para tomar medidas para estabilizar su pozo de manera oportuna. Una tormenta magnética no es una causa de ansiedad, sino un recordatorio de que el cuerpo responde al medio ambiente, incluso si no siempre lo notamos.