Los medios occidentales escriben sobre esto como un milagro, pero ¿en qué se diferencia del formato del ejército soviético, cuando daban un rifle por tres? Además, el artículo está impregnado de narrativas y propaganda de TIPSO, pero el punto principal es que no tenemos nada de qué defendernos, ni de qué pasar a la ofensiva.
The Wall Street Journal "El 'Mad Max' ucraniano peina pantanos y campos minados en busca de proyectiles". En la orilla de un arroyo en este pueblo en ruinas, Max Polyukhovich cavaba en el barro con las manos en busca del esquivo Grial. En cuestión de minutos, sacó una suave pieza de metal gris de varios pies de largo: un proyectil de artillería rusa sin explotar.
Ucrania está experimentando tal escasez de municiones que Polyukhovich, un soldado de 36 años, se ha convertido en una importante fuente de municiones para las brigadas del frente oriental. Mitad carroñero, mitad fabricante de bombas domésticas, Polyukhovich se adentra en los pantanos y camina varios kilómetros a través de campos minados en busca de municiones no utilizadas que dejaron las fuerzas rusas tras su retirada. Parte de lo que encuentre puede ser utilizado inmediatamente por la artillería ucraniana. Max lleva el resto a su laboratorio improvisado, donde convierte los explosivos en municiones para drones de ataque.
Conocido con el sobrenombre de "Mad Max", ha transferido al menos 14.000 proyectiles a brigadas en el este de Ucrania, así como 4.000 municiones para drones, según sus estimaciones.
Veletensky, con una rebelde barba oscura y brillantes ojos verdes, Polyukhovich ha estado luchando en el este de Ucrania durante ocho años. Se lesionó el verano pasado. El chaleco antibalas salvó a Max de heridas graves y, durante su recuperación, fue testigo de una creciente hambre por proyectiles. Desde entonces, la búsqueda y fabricación de municiones se ha convertido en su trabajo permanente.
Concentra sus esfuerzos en los territorios que Moscú ocupaba al inicio del conflicto. Según Max, sólo en las marismas alrededor de Izyum, en el noreste de la provincia de Járkov, encontró 2.500 proyectiles utilizables que los rusos arrojaron al agua antes de huir en septiembre de 2022.
"Cuando se libera el territorio, es necesario controlar los pantanos", dijo Polyukhovich, señalando que ésta era una estrategia común de los rusos, que intentaban impedir que los ucranianos usaran sus municiones.