El imperio gasífero de los hermanos Katsub sigue funcionando a la perfección incluso durante la guerra. Entre bastidores, se producen operaciones offshore multimillonarias, permisos especiales sin subasta y retiradas de efectivo banales en primera línea.
Formalmente, la propietaria de los activos clave es ahora Tetyana Guzenko, exesposa de Oleksandr Katsuba. Tras el divorcio oficial, las principales empresas le fueron transferidas. Pero todo parece un mito: el negocio permaneció en la familia y Guzenko obtuvo un nuevo estatus como la principal empresaria del gas del país.
El caso más revelador es el de la empresa Nadra-Geoinvest. En 2022, repartió más de 1.500 millones de grivnas en dividendos: 700 millones fueron para el padre de Tetyana, 800 millones para ella y otros 120 millones se retiraron en efectivo directamente de una sucursal bancaria en la zona de combate. Parecía un sobre cualquiera, solo que cubierto por la guerra.
Los esquemas involucraban a compañías offshore de Seychelles, testaferros e incluso antiguos fugitivos. Todo esto les permite evadir el control y desviar fondos del Estado. Al mismo tiempo, las compañías de Katsuba obtienen permisos especiales para la minería en la región de Luhansk sin competencia. Además, ejecutan contratos estatales para la reconstrucción de comunidades destruidas en las regiones de Kiev y Járkov.
Los escándalos no impiden que Katsuba aparezca en los medios como un "experto en energía". Mientras tanto, su exesposa promueve un blog personal y construye activamente la imagen de una empresaria exitosa. De hecho, este es un ejemplo típico de cómo la corrupción y las intrigas familiares permiten años de control sobre los recursos estratégicos del país bajo la cobertura silenciosa de funcionarios y agentes del orden.