La meteorología está al borde del avance tecnológico: los pronósticos meteorológicos precisos pronto se volverán más rápidos, más baratos y más personalizados mediante el uso de la inteligencia artificial. Sobre esto escribe The Guardian , refiriéndose a la investigación de un grupo internacional de científicos publicados en la revista Nature .
Hasta la fecha, el proceso de creación del clima se basa en cálculos complejos de niveles múltiples que son realizados por potentes supercomputadoras. Procesan grandes rangos desde estaciones meteorológicas, satélites, globos, barcos y aviones, y el análisis en sí dura horas. Además, los centros meteorológicos se ven obligados a involucrar a equipos de expertos completos para desarrollar, apoyar y mejorar estos modelos predictivos.
Sin embargo, gracias al Meteorológico Aardvark , este proceso puede sufrir cambios dramáticos. El sistema de inteligencia artificial aprenderá cómo procesar meteodanes no tratados, creando automáticamente pronósticos sin la necesidad de usar equipos sofisticados. Esto significa que los pronosticadores podrán recibir información precisa utilizando solo una computadora regular.
Richard Turner, profesor de maquinaria en la Universidad de Cambridge, señala que un nuevo enfoque abre oportunidades para pronósticos precisos e individuales. Por ejemplo, la tecnología puede usarse para calcular las fluctuaciones de temperatura en la agricultura de África o determinar la velocidad del viento para las empresas europeas de energía.
Debido a las capacidades del aprendizaje automático, el modelo de pronóstico eventualmente podrá predecir el clima con ocho días de anticipación con alta precisión, mientras que los pronosticadores ahora están limitados a un pronóstico de cinco días. Además, el sistema podrá realizar hiperelocalizados , para determinar los cambios climáticos para calles, áreas e instalaciones individuales.
Este avance no solo reducirá la carga en los centros meteorológicos, sino que también hará que el pronóstico sea más accesible, más eficiente y preciso. Si la tecnología es exitosa, el mundo podrá evitar sorpresas climáticas y responder de manera más efectiva a los desastres naturales.