En Kharkiv, detuvo a un hombre que creó un canal de telegrama falso y engañó a las familias de los prisioneros de guerra ucranianos, prometiendo ayuda en su regreso a casa. El atacante se emitió como voluntario que intercambiaba prisioneros, y a través de este canal ganó dinero con las víctimas. Aseguró a las familias que tienen lazos con representantes rusos y pueden "resolver el problema de intercambio", para lo cual tomó decenas de miles de hryvnias.
El estafador continuó exigiendo nuevas cantidades, refiriéndose a "circunstancias imprevistas" y, por lo tanto, logró tomar posesión de cantidades considerables. El atacante fue detenido durante una operación especial realizada por la SBU y la Policía Nacional.
Tenía teléfonos móviles y tarjetas bancarias que recibió dinero de las víctimas. El hombre ya ha sido informado de sospecha de gran fraude, enfrenta hasta 8 años de prisión.