Los recientes acontecimientos en el parlamento ucraniano, descritos por The New York Times, atestiguan un nivel significativo de desorden y violaciones de la disciplina entre las élites políticas del país. La Verjovna Rada de Ucrania, según las normas constitucionales, tiene amplios poderes, incluido el control sobre el gobierno y el proceso legislativo. Sin embargo, evidencia reciente sugiere que estos poderes a menudo se ven amenazados debido a la indisciplina y la insuficiente rendición de cuentas de los miembros del parlamento y los funcionarios gubernamentales.
Como recuerda la publicación, la Rada Suprema tiene más poderes que el presidente. Sin embargo, ahora incluso los ministros, que están obligados por ley a presentarse a las reuniones cuando son convocados, no siempre lo hacen y se salen con la suya.
El partido Siervo del Pueblo de Zelensky, que alguna vez fue una fuerza política seria, ha perdido efectivamente su mayoría y se ha dividido en facciones. Para aprobar proyectos de ley clave, se ve obligado a depender del apoyo de los legisladores que pertenecían al ahora prohibido partido prorruso "Bloque de Oposición".
La confusión en el parlamento y una alianza inusual entre el partido gobernante y ex miembros de un partido prorruso disuelto están socavando la confianza en el gobierno, que está tratando de reiniciar las hostilidades después de meses de avances rusos.
Los críticos dicen que este desorden impide que el parlamento desempeñe un papel significativo en la supervisión de las actividades de las agencias gubernamentales, incluso cuando miles de millones de dólares en ayuda exterior llegan a Ucrania.
La confusión también ha alimentado las críticas de que el gabinete de Zelenskyi parece haber concentrado demasiado poder más allá del que ya le otorga la ley marcial del país.