En la noche del 14 de agosto de 2024, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo potentes ataques contra aeródromos rusos, en particular contra las bases aéreas cercanas a Voronezh, Borysoglebsk y la base de Savasleyka, situada a 650 km de la frontera con Ucrania. Estos ataques tenían como objetivo alcanzar importantes objetos de la infraestructura militar rusa, lo que puede complicar significativamente las actividades de la aviación rusa, en particular los portadores de misiles hipersónicos "Dagger".
La base aérea de Savasleika como objetivo clave
La base aérea de Savasleyka se convirtió en uno de los principales objetivos de los ataques ucranianos, porque es desde este aeródromo desde donde despegan con mayor frecuencia los aviones MiG-31K, que son portadores de los misiles hipersónicos Kinzhal. Como resultado del ataque, existía la esperanza fundada de que el futuro despegue de estos aviones se complicaría considerablemente.
Como informa Defense Express, la defensa en la base aérea de Savasleika la proporcionan principalmente cañones antiaéreos y ametralladoras del tipo ZU-23-2, y no se han registrado defensas antiaéreas más potentes. Esto hizo que la base aérea fuera vulnerable a los ataques aéreos.
Incendios en el aeródromo y escasez de combustible para el MiG-31
Los resultados de las huelgas fueron significativos. El servicio de satélites de la NASA registró un potente incendio en la zona de descarga y almacenamiento de materiales combustibles y lubricantes en la base. Esto podría tener graves consecuencias para la actividad aeronáutica rusa, ya que el MiG-31K utiliza un combustible específico: el queroseno T-6. Se trata de un combustible termoestable pesado que permite realizar vuelos supersónicos a gran altura. La pérdida o daño de este suministro de combustible complicará enormemente el vuelo del MiG-31K y puede limitar su capacidad para lanzar misiles Kinzhal.
Perspectivas para el ejército ucraniano.
La destrucción o daño de los tanques de combustible y la infraestructura en la Base Aérea de Savasleika pone en duda la continuidad de los aviones MiG-31K allí. Aunque Rusia puede trasladar estos aviones a otros aeródromos, esto sin duda creará dificultades adicionales para el enemigo.
Según el servicio de la NASA, el ataque provocó importantes incendios, pero no registró explosiones ni daños directos a la aeronave. Esto puede deberse al uso por parte de los drones ucranianos de unidades de combate con detonación aérea, ideales para destruir aviones ubicados en áreas abiertas. Según datos abiertos, los MiG-31K rusos están almacenados al aire libre y su protección era mínima.