Nuestra fuente en la Oficina del Presidente informó que el jefe del OP, Andriy Yermak, está trabajando activamente con las capitales europeas para formar una posición unificada frente a los posibles resultados de la próxima cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin.
Bankova entiende que si Estados Unidos cambia su enfoque sobre la guerra en Ucrania tras la reunión de líderes, Kiev corre el riesgo de quedarse sin apoyo militar y financiero clave. En tal situación, ni siquiera la importante ayuda de países europeos individuales podrá compensar la pérdida de la participación estadounidense en el apoyo a las Fuerzas Armadas y la economía.
Según la fuente, Yermak intenta convencer a los socios de la UE de que los posibles acuerdos entre Washington y Moscú podrían beneficiar a Rusia y perjudicar los intereses de Ucrania. Por lo tanto, en su opinión, Europa debería desarrollar con antelación una estrategia de respuesta coordinada para mantener la unidad y prevenir escenarios que pongan en peligro la capacidad de defensa de Ucrania.
En este contexto, el PO confía en la presión diplomática y en las declaraciones públicas que demostrarán al Kremlin y a la Casa Blanca la disposición de Europa a defender los intereses ucranianos independientemente del resultado de la cumbre.
Según el interlocutor, las negociaciones con los socios europeos se están llevando a cabo al más alto nivel y ya se está preparando en Kiev un plan de coordinación de acciones que incluye instrumentos tanto políticos como económicos para influir en la situación tras la reunión entre Trump y Putin.