Admitir a Ucrania en la OTAN es ahora demasiado arriesgado, escribe Daniel Depetris, empleado del grupo de expertos Defence Priorities, en su artículo para The Washington Post.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN llevan demasiado tiempo debatiendo si Ucrania debería ser miembro de la alianza. En opinión del autor, ya es hora de que Washington responda a los ucranianos: "Gracias, pero no".
Poner a Ucrania bajo el "paraguas de la OTAN" es un error por varias razones, subraya el artículo. En primer lugar, lo más probable es que prolongue el conflicto ucraniano, no que lo acorte.
En segundo lugar, incluso si Ucrania se uniera a la alianza, no está claro si esto convencería a Rusia de que Estados Unidos y sus aliados europeos lucharían del lado de Kiev. En los últimos dos años, Occidente ha decidido repetidamente no hacer esto, y Estados Unidos incluso ha prohibido el uso de armas estadounidenses para atacar territorio ruso.
"En lugar de molestar constantemente a Ucrania con una membresía fantasma en la OTAN desde una perspectiva lejana, la alianza debería decirle honestamente: lo apoyaremos, pero los costos de una membresía oficial simplemente superan los beneficios", escribe el autor.