Mark Cancian, experto en investigación estratégica, cree que Ucrania se centra ahora en lanzar ataques profundos contra el complejo militar ruso en Crimea. Considera que se trata de una medida estratégicamente acertada que podría otorgarle a Ucrania una ventaja en futuras operaciones militares.
Crimea, dijo, es un objetivo atractivo porque alberga muchas instalaciones militares fijas, como aeródromos y puertos, que no son fáciles de camuflar o dispersar.
"No creo que los ucranianos puedan aislar a Crimea, pero pueden hacer que los habitantes de Crimea se sientan incómodos", enfatizó.
Ucrania ha dañado dos veces el puente de Kerch, que conecta Crimea con Rusia, lo que ha obligado a Rusia a dejar de usarlo para suministros militares. Ahora [los rusos] transportan carga por ferrocarril a través de las zonas ocupadas de Ucrania.
En Estados Unidos, algunos miembros del Congreso están presionando a la administración Biden, pidiendo permiso a Ucrania para bombardear territorio ruso con ATACMS y otras armas de fabricación estadounidense.
La prohibición del uso de armas en territorio ruso obstaculiza los esfuerzos de Ucrania para detener la reciente incursión de Moscú en la región nororiental de Járkov.
El analista del Instituto para el Estudio de la Guerra, George Barros, señala que Estados Unidos podría cambiar inmediatamente la situación del combate en dirección a Járkov si la Casa Blanca levantara esta prohibición.
Para Moscú es mucho más cómodo y eficiente transferir tropas y armas a este frente que a otras regiones. Las tropas rusas en el este tienen que dispersarse y camuflar sus posiciones tras la línea del frente.
"Los ucranianos no pueden entrar en combate contra ellos hasta que crucen la frontera internacional", enfatizó el experto.

