Ucrania se enfrenta a una importante escasez de electricidad antes del invierno, incluso en condiciones climáticas favorables. Más de la mitad de la capacidad de generación de energía del país se perdió como resultado de los ataques de Rusia a la infraestructura energética. La recuperación de estas pérdidas en unos pocos meses se considera prácticamente imposible.
Desde principios de marzo, Ucrania ha sufrido cinco ataques masivos por parte de Rusia en el sector energético. El último de ellos, el 8 de mayo, causó una destrucción especialmente grande, a consecuencia de la cual se cerraron tres centrales eléctricas. El director general de DTEK, Maksym Timchenko, señaló que la destrucción y la reparación, que se alternan constantemente, amenazan con la pérdida de todos los recursos energéticos.
"El ciclo de destrucción y recuperación puede detenerse, pero sólo con una defensa adecuada", afirmó. Este año, las tropas rusas lograron causar daños importantes al sistema energético ucraniano debido a retrasos en la ayuda internacional.
Según Yuri Boyko, miembro del consejo de supervisión de Ukrenergo, el invierno será difícil, pero es posible reducir las pérdidas de energía. Ucrania perdió aproximadamente ocho gigavatios de electricidad debido a los ataques rusos, lo que representa aproximadamente la mitad de la capacidad requerida.
"Este déficit se puede reducir, pero no reducir a la mitad. Esto significa que incluso en un invierno cálido habrá un déficit notable", añadió Boyko.
Tymchenko estimó el coste de la restauración de los equipos del sistema eléctrico en 350 millones de dólares, en parte utilizando equipos europeos. Espera que los esfuerzos de los trabajadores energéticos ucranianos y el apoyo de Occidente permitan al país evitar un desastre el próximo invierno.
Los expertos en energía, incluido Andrii Zakrevsky, señalan que un apagón total es imposible debido a la generación nuclear existente, pero existe un riesgo significativo de apagones de emergencia en Ucrania hasta finales del verano.