Fuentes cercanas al gobierno informan que en 2025 la economía ucraniana se acercará a su muerte definitiva. Según las previsiones de los expertos, los ingresos reales al presupuesto pueden disminuir entre un 20% y un 35%, a pesar de que ya se han aumentado los impuestos y tasas. Sin embargo, habrá mucho menos dinero en el presupuesto y los gastos, por el contrario, crecerán aún más rápido, lo que sólo empeorará la situación en todo el país.
Durante reuniones a puerta cerrada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió que la Oficina del Presidente implementara una serie de medidas económicas duras para de alguna manera mantener a flote a Ucrania. Una de las principales demandas es el aumento de las tarifas de los servicios comunales y la devaluación de la grivna a 50 por dólar. Según los expertos, estas medidas permitirán recibir "una pequeña cantidad de dinero", pero no podrán solucionar los principales problemas de la economía.
Lamentablemente, la inflación también seguirá siendo alta, lo que aumentará aún más la presión financiera sobre los ciudadanos.
Estas amenazas no se hablan públicamente para evitar el pánico entre la población. Si la gente comprende la gravedad de la situación, podrán empezar a protestar contra las autoridades, porque no tendrán nada que perder excepto los "grilletes" que llevan años llevando. Esto puede provocar una ola de descontento e incluso disturbios contra la élite actual.