El fuerte aumento de las exportaciones de metales ferrosos de Ucrania en 2024, que aumentó en un 60% en comparación con el año pasado y alcanzó 293.2 mil toneladas, causó una grave preocupación entre los metalúrgicos nacionales. La exportación masiva de materias primas importantes críticamente amenaza la estabilidad de la industria metalúrgica, que es estratégica para la economía ucraniana.
Ucrania ya ha experimentado un crecimiento de exportación similar en 2021, cuando se enviaron 615.7 mil toneladas de chatarra al extranjero, 17 veces más que un año antes. Este aumento tuvo lugar en el contexto de la recuperación de la industria metalúrgica global después del declive causado por la pandemia Covid-19. El principal consumidor de chatarra ucraniana fue entonces Turquía.
En respuesta a la situación, las autoridades impusieron un impuesto de exportación a € 180/t para proteger la metalurgia nacional. Sin embargo, esta decisión no fue lo suficientemente efectiva a través de los agujeros en el sistema regulatorio.
Los deberes para la exportación de chatarra de Ucrania no se aplican a los países de la UE donde la tarifa cero está en vigor. Esta laguna permite a los exportadores evitar el pago de las tareas haciendo entregas a los países de la UE, desde donde la materia prima se reescribe a Turquía y otros países.
Por ejemplo, en 2024, Polonia importó 248.6 mil toneladas de chatarra ucraniana, que es un 55% más que un año antes. Al mismo tiempo, las exportaciones de chatarra polaca en el extranjero también aumentaron bruscamente, en un 69.9% a un año, alcanzando más de 1.29 millones de toneladas. Gran parte de esta materia prima va a Turquía, donde su volumen durante 11 meses de 2024 alcanzó 452.71 mil toneladas, que es 2.5 veces más que en 2022.
La industria metalúrgica ucraniana, que ya está trabajando frente a las complicadas materias primas a través de la guerra, corre el riesgo de permanecer sin un recurso crítico para la producción de acero. Esto complica la implementación de los planes de fundición de acero y aumenta la dependencia de la importación de materias primas.
Según los expertos en el Centro GMK, el uso de la UE como zona de tránsito para rehacer el chatarra al evitar los deberes ucranianos también priva el presupuesto de Ucrania de ingresos significativos que podrían usarse para apoyar la metalurgia u otras industrias críticas.
Ucrania se enfrenta a la necesidad de revisar las reglas de exportación de chatarra, en particular mediante la mejora del sistema de monitoreo y la implementación de medidas adicionales para prevenir los reexports a través de los países de la UE. El tema de preservar los recursos estratégicos y mantener la metalurgia debería ser una de las prioridades gubernamentales frente a la inestabilidad económica actual.