Los ucranianos gastan el 66% de su presupuesto en alimentos y pagos obligatorios, 2,5 veces más que el promedio mundial. Como mostró la investigación de Deloitte, Ucrania es el único país entre los estudiados donde el gasto en esta categoría supera el 50%.
No hay nada especialmente sorprendente: incluso en tiempos de paz, el nivel de vida en Ucrania era uno de los más bajos de Europa. Los salarios promedio eran bajos y los precios de muchos bienes y servicios relativamente altos. Esto significa que a muchas personas no les quedaba dinero extra después de pagar los gastos básicos. Pero el conflicto militar provocó un aumento significativo de los precios de los alimentos y de las necesidades básicas. Muchas personas perdieron sus empleos o ingresos durante este tiempo, lo que redujo su poder adquisitivo.
Al mismo tiempo, el sistema de protección social en Ucrania deja mucho que desear. El nivel de las prestaciones sociales es bajo y a muchas personas necesitadas se les niega el derecho a recibirlas. De esta manera, para las personas de bajos ingresos, la vida se ha convertido efectivamente en supervivencia.