La semana pasada, el ejército ucraniano logró estabilizar parcialmente la situación cerca de Pokrovsk, pero Rusia continúa activas acciones ofensivas al sur de esta ciudad. La amenaza de cercar Kurakhovo sigue siendo relevante, informa The Economist refiriéndose al ejército ucraniano.
Según las informaciones, las tropas rusas se están reagrupando al norte y al sur de Kurakhovo, en un claro intento de rodear las posiciones ucranianas en la zona. Esto se debe al deterioro de la situación logística, cuando los tanques de combustible, los vehículos y el cuartel general se alejaron del frente y el reabastecimiento tomó más tiempo. En particular, la recepción de granadas de mortero y misiles antitanque Javelin se retrasa medio día y la evacuación de los heridos se complica, lo que provoca un aumento del tiempo necesario para llevar a los heridos al hospital.
Ambos bandos sufren pérdidas importantes. En particular, los rusos pueden gastar hasta 18 de sus soldados para noquear a dos ucranianos "cansados y hambrientos". El ejército ucraniano también informa sobre la rápida destrucción de refuerzos de soldados de infantería sin experiencia. Como señaló Yuriy, soldado de la 59.ª brigada, "en tres días, 100 personas se convirtieron en cero. Alguien escapó, alguien murió. Estamos luchando con las últimas reservas e incluso arrojando a nuestros logísticos a las trincheras".
Existe una amenaza de cerco al sur de Donetsk, aunque hasta el momento son sólo "insinuaciones". Las carreteras se vuelven intransitables, las tiendas y cafés están cerrados, lo que indica un empeoramiento de la situación.
El New York Times informó anteriormente que los rusos continuaban sus ataques y avanzaban al sur de Pokrovsk, aunque su avance se había detenido allí.