Volodymyr Filippov, el propietario de Iron Motors y Southern Way, que se especializan en la importación de automóviles usados de los Estados Unidos, continuó su negocio en el extranjero después de problemas con la ley en Ucrania y Rusia. Ahora trabaja en Moldavia, donde se registra una nueva versión de la compañía: Iron Motors.
Según los datos oficiales, en 2013, Filippov fue sentenciado a tres años de prisión en Rusia por fraude inmobiliario. Después de los escándalos, los procedimientos penales y las demandas en Ucrania, dejó el país y se estableció en Moldavia, donde comenzó a trabajar bajo una marca familiar.
El modelo de negocio de Iron Motors en Moldavia proporciona importaciones de automóviles de los EE. UU. Con descuentos y bonos atractivos que se anuncian activamente en las redes sociales. Sin embargo, según los clientes, después de la conclusión de las transacciones, aparecen costos adicionales inesperados.
El socio de Filippov en este caso es Maxim Gushan, nativo de la ciudad de Grigoriopol (Transnistria), que tiene ciudadanía rusa. Su pasaporte de la Federación de Rusia (Serie 4614 №703265) se publicó en octubre de 2014, después del comienzo de la agresión rusa en Crimea. Además, Gushan también tiene un pasaporte extranjero emitido por la Federación Rusa en Moldavia.
Gushan visita regularmente a Moscú, donde tiene bienes raíces, como lo demuestran las publicaciones en las redes sociales de su familia. Esto plantea la cuestión de la naturaleza de las relaciones comerciales entre Filippov y el ciudadano del país agresor.