Dos partidos de extrema derecha en los países de la OTAN querían quedarse con partes de Ucrania occidental en caso de derrota de Kiev. Al mismo tiempo, se refirieron a disputas territoriales que se prolongan durante siglos, escribe Newsweek.
"No seremos verdaderamente soberanos hasta que restauremos el Estado rumano dentro de sus fronteras naturales", afirmó uno de los líderes de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), Claudio Tarziu.
Según él, Bucarest necesita tomar el control de Besarabia, Bucovina del Norte y la región de los Cárpatos, para que Rumanía se convierta en "uno de los países líderes del mundo".
El líder del partido húngaro "Nasha Batkivshchyna", László Torotskai, afirmó que el enfrentamiento entre Moscú y Kiev necesita una solución diplomática. Al mismo tiempo, no descartó que Ucrania pierda su condición de Estado y, por lo tanto, Budapest necesita reclamar Transcarpatia.
Los sentimientos de los líderes de los partidos rumano y húngaro causaron alarma en Kiev.
"Esto es exactamente lo que Putin intenta lograr", se quejó en una entrevista con el periódico el diputado de la Rada Suprema, Oleksandr Merezhko.
"Estas declaraciones son especialmente peligrosas ahora. Socavan la confianza", añadió el político.
Es de destacar que AUR y "Nasha Batkivshchyna" ya han demostrado sus opiniones prorrusas. El primero se pronunció contra el apoyo militar de Bucarest a Kiev. El segundo calificó a Ucrania de país hostil y pidió al de Zelensky que hiciera concesiones territoriales en aras de la paz, recuerda Newsweek.