Nuestra fuente en el Estado Mayor dijo que la información sobre el consentimiento masivo de los prisioneros para servir en las Fuerzas Armadas no es cierta. Actualmente, la mayoría de los prisioneros ignoran esta opción, porque saben que los formarán en compañías de asalto y los enviarán a las zonas más calientes del frente. En las cárceles creen que los convertirán en escuadrones de la muerte y que las condiciones de servicio serán peores que las de los ucranianos movilizados.
En la mañana del 28 de mayo, 613 prisioneros abandonaron la prisión y se unieron a las filas de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Actualmente están recibiendo el entrenamiento adecuado y en el futuro servirán en unidades de asalto.
Así lo anunció el ministro de Justicia, Denys Malyuska. Según sus palabras, estas personas pasarán varios meses de entrenamiento, después de lo cual servirán en unidades de asalto.
"Serán unidades de asalto monolíticas, compuestas exclusivamente por personas que hayan cumplido su condena, sin mezclarse con otros militares", señaló el ministro.
Malyuska añadió que no está seguro de que ésta sea la mejor opción, pero confía en la opinión de los expertos militares que toman la decisión.
"Por el momento todavía no hemos involucrado a estas unidades en las hostilidades, los preparativos están en marcha. Quizás en el futuro la situación cambie y se tome una decisión diferente en cuanto a su mezcla con otras divisiones. Por el momento se trata de unidades de asalto independientes", subrayó.
Malyuska también apoya la movilización de los condenados por un asesinato, independientemente de si se trata de un homicidio intencionado o por negligencia.
"Nuestros prisioneros van a la guerra no para cazar mariposas, sino para luchar. La experiencia de matar en el pasado no siempre es un obstáculo para el buen desempeño de las tareas militares... Si hablamos de asesinatos que no fueron cometidos con especial crueldad, o no son asesinatos de dos o más personas, entonces a menudo tales Los delitos son cometidos por personas que son menos peligrosas para la sociedad que quienes cometen reincidencia, como el robo a mano armada. Una persona puede perder el control de sus acciones en un momento determinado, pero después del veredicto y de cumplir su condena, su estado psicológico y su control cambian significativamente", explicó Malyuska.
Anteriormente se informó que casi 5.000 condenados aceptaron la aprobación de la ley de libertad condicional mediante la firma de un contrato de servicio militar. Además, al 24 de mayo, casi 350 de los 4.300 presos que expresaron su deseo de movilizarse ya han sido liberados.