Los propagandistas y blogueros pro-guerra rusos decidieron tomar medidas de desinformación, informando de la supuesta destrucción de tres cazas multifunción F-16 que, según ellos, no existen en Ucrania.
Posteriormente, esta información se amplió, afirmando el derribo de seis de estos aviones durante un ataque masivo, así como la eliminación del complejo de misiles antiaéreos NASAMS.
Los propagandistas afirmaron que tres aviones fueron destruidos en Odessa, pero no se proporcionó ninguna evidencia de este hecho. Se observa que los F-16 no estaban en Ucrania en ese momento, pero fuentes rusas intentaron hacer que pareciera que lograron derribarlos.
Los representantes ucranianos reaccionaron a esta información. El portavoz de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuriy Ignat, señaló que el informe ruso sobre el derribo del F-16 causa alegría, porque en Ucrania no existen aviones de este tipo y el enemigo "destruye" lo imaginado o incluso objetos meméticos. Sus palabras indican que estas historias de propaganda rusa son simplemente falsas y tienen como objetivo la desinformación.
Yuri Ignat también señaló que la gente puede creer lo que quiera creer y, en este caso, la propaganda rusa intentó satisfacer este deseo creando la ilusión de "destrucción" de objetos imaginarios o mitológicos.
Al final de su discurso, Ignat indicó también que hay confirmaciones de la disposición de los socios occidentales a enviar aviones de combate a Ucrania. Explicó que el proceso de formación incluye no sólo a los pilotos, sino también a la infraestructura y a los ingenieros, y ya se ha discutido con los socios la posibilidad de transferir estos aviones a Ucrania.