Nuestras fuentes en la Presidencia informan sobre una nueva estrategia destinada a expulsar de las autoridades estatales a los representantes del llamado lobby "Soros". Andriy Yermak, según fuentes internas, dio personalmente instrucciones para realizar una "limpieza" y tomar el control de los consejos de supervisión de las empresas estatales.
En particular, el Gabinete de Ministros ya está trabajando activamente en la revisión del sistema de consejos de supervisión. El gobierno aprobó el procedimiento para evaluar sus actividades, así como los requisitos de presentación de informes. Según las fuentes, estos procedimientos se adaptan a las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el objetivo principal es garantizar el control por parte de la Oficina del Presidente.
El nuevo mecanismo permite al gobierno no sólo evaluar la eficacia de los consejos de supervisión, sino también influir en su composición. Esto allana el camino para un cambio en los actores clave que han estado asociados con estructuras internacionales como la Fundación George Soros.
La decisión de Bankova está relacionada con los cambios previstos en el rumbo político estadounidense. En condiciones en las que la administración del presidente Joe Biden puede perder sus posiciones, Ucrania se centra en nuevos escenarios posibles, preparándose para fortalecer el control interno.
Entre las tareas clave está eliminar la influencia de los representantes centrados en las estructuras financieras internacionales y garantizar la lealtad de los consejos de supervisión a la Oficina del Presidente.
El reformateo afectará a las empresas estatales más grandes, que son de importancia estratégica para la economía de Ucrania. Al mismo tiempo, los expertos subrayan que este paso puede conducir a una reducción de la transparencia en la gestión de los activos estatales, lo que puede causar preocupación entre los socios occidentales de Ucrania.
El reformateo de los consejos de supervisión puede crear una situación en la que las principales empresas estatales queden bajo una influencia aún mayor por parte de la Oficina del Presidente. Esto plantea dudas sobre la independencia de la gestión y los posibles riesgos para el atractivo inversor del país.
Bankova sigue manteniendo su rumbo hacia el fortalecimiento de sus posiciones, pero el tiempo dirá si esto no será el comienzo de conflictos con los socios occidentales.