La situación energética en Ucrania sigue siendo complicada, y uno de los principales factores que amenazan la estabilidad del sistema de energía es la restricción de la importación de electricidad, en particular a través de las capas de precio existentes. Limitan significativamente la capacidad de importar y pueden conducir a problemas aún mayores con el suministro de energía, en particular para la población.
Esto fue declarado por Volodymyr Omelchenko, director del Centro Razumkov. Según él, el déficit de potencia en el sistema de energía sigue siendo crítico, y la situación empeora debido a dos factores principales. El primero es la importación limitada de electricidad. Dado que Ucrania tiene una importación de la European Electric Systems Network (ENSO-E) a 2.1 GW, pero usamos solo alrededor del 30% de este límite a través de PriceaPA. Según Omelchenko, estas capas de precio hacen que las importaciones de electricidad del extranjero desde el extranjero sea económicamente desventajosa, lo que amenaza la seguridad energética del país.
El experto también señaló que, aunque el gobierno está tratando de evitar el cierre masivo para la población, los problemas de energía y la industria son causados por problemas de suministro de energía. En vista de esto, la tasa principal hará que el gobierno limite el consumo de energía en el sector industrial, no entre la población.
La segunda llamada importante es el bajo nivel de llenado de instalaciones de almacenamiento de gas subterráneo. También afecta el sistema de energía, ya que gran parte de la capacidad de energía funciona en el gas natural. Omelchenko señaló que para compensar la deficiencia de gas, el país se ve obligado a importarlo a precios altos, lo que complica aún más la situación.
Oleksandr Kharchenko, director del Centro de Investigación de Energía, también señaló que las restricciones regulatorias existentes complican las importaciones de electricidad, incluso cuando es necesario evitar los cierres.
Los expertos predicen que estos factores pueden conducir a la amenaza de más paradas y la necesidad de cambios significativos en la política energética de Ucrania.