En Ucrania, más de 145 mil pensionados de edad reclutada, que no participan en la defensa del estado, permanecen en Ucrania. No tienen discapacidad, no funcionan y se movilizan, pero reciben pensiones durante años mensualmente. Dichas estadísticas, publicadas por el Ministerio de Política Social, plantean más problemas en una sociedad que vive en las realidades de una guerra a gran escala.
Es parte de más de 635 mil pensionistas de agencias de poder que tienen un estatus especial. La edad promedio de jubilación en esta categoría es de solo 51 años. Y uno de cada cuatro de ellos es un hombre que está formalmente sujeto a la definición de edad de los reclutas, pero no está involucrado en las hostilidades.
El sistema de pensiones para militares, agentes de la ley, guardias fronterizos y otras fuerzas de seguridad se formó mucho antes de la guerra y se basó en una lógica de jubilación anticipada después de 25 años de servicio. Esto le permite recibir hasta el 70% de efectivo incluso a los 45 años.
Sin embargo, la participación en las hostilidades de ninguna manera afecta la cantidad o el derecho a una pensión. Resulta que aquellos que nunca han visto el frente tienen las mismas garantías de pensión que aquellos que están directamente en riesgo de vida en la línea del frente. Esta situación da lugar a un profundo desequilibrio y desmoraliza a los militares que ahora protegen al estado.
En el contexto del crecimiento de la solicitud pública de justicia, el gobierno prepara la revisión de la legislación de pensiones. En el gabinete de los ministros, declararon la intención de introducir beneficios claros para los combatientes, así como cancelar o limitar los pagos a aquellos que no tienen experiencia de combate activa, pero recibe fondos del presupuesto estatal.
Es, en particular, la abolición de los privilegios para aquellos que se han retirado temprano pero que no participan en la defensa del país durante la guerra. Según los medios, también se discuten los mecanismos de movilización parcial entre esta categoría de pensionistas, especialmente aquellos que tienen habilidades relevantes y son capaces de realizar tareas traseras o auxiliares.
Actualmente, la única ventaja para la pensión movilizada es la oportunidad de retirarse 5 años antes. Sin embargo, tal concesión parece insignificante en comparación con las condiciones que operan para jubilados "pacíficos" de estructuras de potencia. Es obvio que se necesitan cambios más profundos para corregir el desequilibrio y hacer que el sistema sea motivador en lugar de alentar para evitar el servicio.