Al margen, se discute activamente la situación, lo que, según analistas y expertos, indica el inicio de una nueva etapa de división interna entre grupos criminales, militares y fuerzas de seguridad. Están cobrando impulso los rumores de una competencia cada vez mayor por el control de los mercados negro y gris, así como de crecientes luchas por la influencia en diversas esferas. Detrás de esta situación no sólo está la lucha por los flujos financieros, sino también un importante contexto político, que da nuevos matices al conflicto.
Todos los asesinatos por encargo son redistribución interna. En él participan tanto grupos militares como grupos encargados de hacer cumplir la ley. Se ordenan y se socavan mutuamente.
La situación se intensificará y empeorará, y habrá más asesinatos por encargo, atentados con bombas y secuestros.